La Agencia Tributaria ha puesto en marcha un plan de envío masivo de cartas a pequeños negocios, con venta directa al público, con el fin de atacar la economía sumergida.

 

Este envío de cartas puede ser seguido con visitas realizadas por la inspección, ("peinados" según la propia Administración). En todo caso, la mera recepción de la carta logra aumentar de forma espontánea la recaudación de impuestos según datos de la propia AEAT.

 

En esta ocasión, la novedad respecto a los años anteriores en los que se ha puesto en marcha el plan, consiste en que la carta informa al contribuyente de ratios de negocio medios del sector en el que opera (relativos a márgenes de negocio y cobros en efectivo y en tarjeta) para poner de relieve que los indicadores del suyo discrepan de las líneas generales y que eso puede ser interpretado como una síntoma de riesgo fiscal

 

Si el negocio objeto del aviso solo obtiene un margen de beneficio del 3,36% sobre los ingresos, (mientras que la media del sector el del 8,38%) y, según los datos bancarios, cobra mediante tarjeta el 78,37% de su facturación (mientras que la media del sector es del 67,52%) pueden brotar indicios que hagan pensar a la AEAT que hay ingresos en efectivo que no están siendo declarados.

 

Al hilo de lo anterior, conviene saber que la Administración dispone de información relevante que recaba de varias fuentes: las declaraciones presentadas por los contribuyentes, datos del Instituto Nacional de Estadística, y las comprobaciones inspectoras, entre otras.

 

La carta remitida es una mera comunicación, por lo que no debe ser contestada. El objetivo de la AEAT es, -cita textual-, "que la gente se conciencie, que declaren de forma voluntaria y que sepan que, si se desvían, Hacienda tiene datos suficientes para inspeccionar".

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